Retrato de Amelia

Amelia Earhart trabajó en más de 18 trabajos para pagar las clases

¿Sabías que Amelia Earhart estaba absolutamente obsesionada con volar? Su pasión por la aviación empezó cuando tuvo la oportunidad de montar en un avión durante una exhibición aérea en 1920. A partir de entonces, trabajó incansablemente en diversos empleos para ahorrar el dinero suficiente para tomar clases de vuelo y pasaba todo su tiempo libre en el aeropuerto.

Ante el rechazo de que no había mujeres en la aviación, contacto con Mary Anita Snook, más conocida como Neta Snook, fue una pionera de la aviación estadounidense. Fue la primera mujer piloto en Iowa, también la primera piloto en tener su propia escuela de vuelo y la primera mujer en dirigir un aeropuerto privado. Fue Anita la instructora de vuelo de Amelia. Para pagar sus clases de vuelo tuvo más de 18 empleos.

A la izquierda Neta Snook, derecha Amelia Earthart
A la izquierda Neta Snook, derecha Amelia Earthart primer día

Neta Snook in cockpit of her «Canuck» Trainer – Neta Snook, Long

En 1928, se convirtió en la primera mujer en cruzar en avión el océano Atlántico, lo que la convirtió en una celebridad local y en un modelo para las mujeres de todo el mundo. Amelia fue una firme defensora de los derechos de la mujer y luchó por cosas como el control de la natalidad y la igualdad de oportunidades para las mujeres en el trabajo. Incluso se manifestó en contra de actos e instituciones que excluían a las mujeres de la participación.

Rompiendo barreras

Amelia aprendió a volar por primera vez en 1921 y un año después compró su propio avión Airster Kinner de segunda mano, que pintó de amarillo brillante y llamó «El Canario». Tardó varios meses en acumular suficientes horas de vuelo para poder volar sola, y tuvo algunos contratiempos por el camino, sobre todo con los aterrizajes.

Cuando hizo su primer viaje transatlántico en 1929, ya era una piloto experimentada. Comercializó su viaje como una expedición femenina diseñada para «demostrar lo que las mujeres eran capaces de hacer». Esta inteligente estrategia de marketing funcionó a su favor, ya que dio discursos por todo el país, incluso ante organizaciones de mujeres. ¿No es estupendo?

Charles Lindbergh, que también era un famoso aviador, desempeñó un papel importante a la hora de ayudar a las mujeres a convertirse en pilotos. Trabajó con Amelia y otras mujeres piloto para crear las Noventa y Nueve, una organización de mujeres piloto que sigue existiendo hoy en día. Lindbergh fue un mentor y defensor de las mujeres en la aviación, y su apoyo contribuyó a derribar las barreras para las mujeres en el sector.

El legado de Amelia Earhart sigue inspirando a mujeres y niñas a perseguir sus sueños y romper barreras. Su determinación, valentía y espíritu pionero siguen inspirando a las generaciones venideras.

Como mujer de éxito, se convirtió en símbolo de un nuevo tipo de feminidad. Su determinación y dedicación a su pasión, demostraron que las mujeres podían ser tan capaces como los hombres en cualquier campo. Rompió el estereotipo de que las mujeres eran débiles y frágiles y demostró que podían ser fuertes y poderosas.

No sólo fue una inspiración para las jóvenes que aspiraban a ser atletas como ella, sino que también se convirtió en un modelo para las mujeres de todo el mundo. Su imagen de mujer sana y en forma desafió los cánones de belleza tradicionales que la sociedad había impuesto a las mujeres y, en cambio, demostró que la belleza podía adoptar muchas formas diferentes.

Sus logros deportivos no sólo le reportaron éxitos personales, sino que también allanaron el camino para que otras atletas siguieran sus pasos. Demostró que el deporte femenino era tan importante como el masculino y merecía el mismo reconocimiento y apoyo.

Como pionera del deporte femenino, su legado sigue inspirando y empoderando a mujeres de todo el mundo para que persigan sus sueños y derriben barreras.

«Las mujeres deben intentar hacer las cosas como las han intentado los hombres. Cuando fracasen, su fracaso no debe ser sino un reto para las demás»

El trágico final y misterio

Por desgracia, la carrera de Earhart se truncó cuando desapareció durante un vuelo sobre el Pacífico en 1937. El misterio que rodea su desaparición ha cautivado al mundo durante más de 80 años y ha dado lugar a innumerables teorías e investigaciones. A pesar de los esfuerzos de los equipos de búsqueda y de los expertos en aviación, nunca se encontraron pruebas concretas que expliquen lo que les ocurrió a Earhart y a su navegante, Fred Noonan.

En los años siguientes a su desaparición, Earhart se convirtió en un símbolo de valentía y perseverancia, inspirando a innumerables personas a perseguir sus sueños a pesar de las adversidades. Su legado ha perdurado hasta nuestros días, con numerosos libros, películas y documentales dedicados a su vida y sus logros.

El 5 de agosto de 2019, se produjo un gran avance en la historia de Amelia Earhart. La organización sin fines de lucro, The International Group for Historic Aircraft Recovery (TIGHAR), anunció que había encontrado restos que podrían pertenecer al avión de la aviadora estadounidense desaparecida en el Océano Pacífico en 1937. Los restos fueron encontrados en un arrecife en las Islas Kiribati en el Pacífico Sur, cerca de donde se cree que Amelia y su copiloto, Fred Noonan, desaparecieron.
El descubrimiento fue el resultado de una investigación exhaustiva de TIGHAR, que comenzó en 1989. Utilizando tecnología de última generación, incluyendo drones y escáneres láser, el equipo buscó en la zona donde se cree que el avión de Amelia pudo haber caído. Finalmente, encontraron una ubicación que se ajustaba a los datos históricos y geográficos, y después de una exploración más detallada, descubrieron varios objetos que podrían haber pertenecido al Electra 10E que Amelia estaba volando.
Los restos descubiertos incluyen piezas de aluminio que se cree que son del fuselaje del avión, así como una botella de vidrio que se asemeja a la que Amelia solía llevar para su bebida favorita, una mezcla de agua y jugo de limón. También se encontraron otros objetos, como una hebilla y un fragmento de un zapato hecho a mano, que podrían haber pertenecido a Amelia o a Fred.
Aunque la evidencia es prometedora, aún no se ha confirmado que los restos pertenecen al avión de Amelia. TIGHAR planea realizar más investigaciones en el área y llevar a cabo pruebas de ADN en los objetos encontrados para determinar su origen.
Si se confirma que los restos pertenecen al avión de Amelia, esto sería un gran avance en la historia de la aviación y en la resolución de uno de los misterios más grandes del siglo XX. También sería un tributo al legado de Amelia, quien rompió barreras de género y se convirtió en un icono de la aviación.
En conclusión, el descubrimiento de los restos potencialmente pertenecientes al avión de Amelia Earhart es un avance emocionante en la historia de la aviación y en la resolución de uno de los mayores misterios del siglo XX. Si se confirma que los restos son auténticos, sería un tributo al legado de Amelia y un recordatorio del impacto duradero que tuvo en la historia y la cultura popular.

A pesar del paso del tiempo, la fascinación por Amelia Earhart y su legado sigue creciendo. Su valor, determinación y espíritu pionero han dejado una huella indeleble en la historia, inspirando a generaciones de mujeres a perseguir sus sueños y alcanzar los cielos.

Nacida en Atchison, Kansas, en 1897, Earhart desarrolló su amor por la aventura y la aviación a una edad temprana. En 1932 se convirtió en la primera mujer en cruzar en solitario el océano Atlántico, una hazaña que atrajo la atención internacional y consolidó su lugar en la historia.

Pero el legado de Earhart va mucho más allá de sus impresionantes logros en la aviación. Fue una ferviente defensora de los derechos de la mujer y de la igualdad, y utilizó su plataforma para inspirar y empoderar a las mujeres de todo el mundo. Una vez dijo: «Las mujeres deben intentar hacer las cosas como las han intentado los hombres. Cuando fracasen, su fracaso no debe ser sino un reto para las demás».

Trágicamente, la vida de Earhart se truncó cuando desapareció durante un intento de dar la vuelta al mundo en 1937. A pesar de los intensos esfuerzos de búsqueda, nunca se encontró su avión, por lo que su muerte quedó envuelta en el misterio.

Pero incluso después de muerta, la pasión y determinación de Earhart siguen inspirando a la gente hoy en día. Su legado ha sido celebrado en innumerables libros, películas y documentales, y su influencia aún puede sentirse en la actual lucha por la igualdad de género. Al recordar a Amelia Earhart, recordamos el poder de la perseverancia, el valor y la persecución de los sueños.

Curiosea por la red:

National Geographic

Asociación Amelia Earthart

Asociación Aire

Neta Snook

The history press

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